Add parallel Print Page Options

29 ¡Oh, si tuvieran sabiduría!

¡Oh, si tuvieran entendimiento!

¡Oh, si supieran el fin que les espera!

30 ¿Cómo podría un solo enemigo perseguir a mil, y dos poner en fuga a diez mil; a menos que la Roca los haya abandonado, a menos que el Señor los haya destruido?

31 Pero la roca de otras naciones no es como nuestra Roca.

Aun sus enemigos lo reconocen.

Read full chapter